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lunes, 16 de agosto de 2010

¿QUÉ PASARÁ CON EL CLIMA? (7)

Tree rings seen in a cross section of a trunk ...Image via Wikipedia
Anillos de crecimiento anual
CAPITULO 4(b)
EL RECONOCIMIENTO
DE LAS OSCILACIONES CLIMATICAS
Y AMBIENTALES
OCURRIDAS DURANTE EL PASADO


(Continuación de:
http://000-arquimedes.blogspot.com.ar/2010/08/que-pasara-con-el-clima-6.html

Climatología Dendrológica (Dendroclimatología)
Esta metodología se basa en el recuento de los anillos de crecimiento anual de algunos árboles como por ejemplo las coníferas, y en el estudio de los caracteres físicos y químicos de la madera que compone tales anillos. Algunas especies de árboles que viven en regiones con estaciones anuales marcadas, crecen sólo durante una parte del año y permanecen el resto del año en un estado que puede considerarse de latencia, o vegetativo (también denominado ‘dormancia’).
Ello puede ocurrir porque durante el año ocurra un episodio estacional de marcada sequía, o porque durante el invierno la temperatura descienda por debajo de las temperaturas denominadas efectivas. En realidad por debajo de +10º centigrados, en general considerados como límite de las llamadas 'temperaturas efectivas' para gran parte de los vegetales, éstos suspenden su actividad fisiológica.
En ambos casos, ya sea por estacionalidad hídrica o por estacionalidad térmica, cada año los árboles forman un nuevo anillo de crecimiento en su madera, rodeando a los anillos formados en años anteriores. Tales anillos tienen mayor o menor desarrollo, de acuerdo a las condiciones de humedad y de temperatura existentes durante el momento anual de su crecimiento. Un anillo formado durante un año climáticamente favorable, tendrá mayor desarrollo que un anillo formado en un año climáticamente desfavorable, considerando un mismo árbol, o árboles de la misma especie y del mismo lugar, creciendo en suelos semejantes. La importancia que tiene esta metodología es muy grande, dado el caudal de información que permite obtener. Por ello se la analizará detenidamente en un capítulo posterior.
  
Climatología Geológica (Paleoclimatología)

Más allá del testimonio directo y preciso de los registros instrumentales y de la dendroclimatología y más allá aún del testimonio indirecto de alguna documentación histórica respecto al clima, se llega a los tiempos en que las personas mezclaban lo natural con lo misterioso y esto con lo religioso. Así las narraciones existentes, valiosas desde otros puntos de vista, pierden credibilidad en la misma proporción en la que ganan candidez y fantasía.
De ese modo puede llegarse hasta la época en la cual se escribieron las célebres tablas de arcilla de lo que fue la Biblioteca de Assurbanipal en Nínive, antigua Babilonia. En ellas se narra la epopeya de Gilgamesh y aparece quizá la primera referencia histórica mundial de carácter paleoclimático: el Diluvio Universal.
También existen versiones Sumerias del Diluvio Universal, por lo menos mil años más antiguas que las dos versiones del mismo que aparecen en el Génesis. Pero ninguna de esas referencias sirve para hacer reconstrucciones paleoclimáticas confiables. Tanto su imprecisión cronológica como la mezcla de lo real con lo místico, además de lo puntual de la información, hacen que para reconocer las oscilaciones climáticas y ambientales de largo período, del orden de milenios y hasta decenas de milenios, deba recurrirse a otros registros de distinta interpretación que el registro instrumental, la escritura o la mera comparación de imágenes tales como pinturas, daguerrotipos y antiguas fotografías.
Estos otros registros son los que la evolución del clima y la evolución de los mismos seres vivos, dejaron y dejan impresos en los sedimentos del planeta. Por ello su estudio puede denominarse Climatología Geológica, o simplemente Paleoclimatología. Debido a las múltiples disciplinas involucradas, la explicación de las metodologías utilizadas por la Paleoclimatología es muy compleja, por lo que sólo se hará una pequeña introducción a fin de lograr una comprensión mejor de los aspectos globales estrechamente vinculados en esta tarea que por sus características no puede dejar de ser interdisciplinaria.
Los procesos biológicos, al igual que la inmensa mayoría de los procesos biogeoquímicos desarrollados sobre la Tierra, obtienen su energía de la energía radiante y de la energía corpuscular que, originadas en el Sol, llegan al planeta. Los vegetales son productores primarios, pues mediante el proceso de fotosíntesis forman compuestos orgánicos a partir de materias inorgánicas, obteniendo la energía necesaria de la luz solar mediante el proceso de fotosíntesis. Los animales que se alimentan de vegetales, al consumir compuestos orgánicos sintetizados por los vegetales, en definitiva aprovechan indirectamente la luz solar.
Los carnívoros a su vez se nutren de otros animales, carnívoros o hervívoros; los hongos y las bacterias se nutren en general de materia orgánica en descomposición. En suma, todos los seres vivos desde los más primitivos hasta la especie humana, desarrollan su ciclo vital gracias a la energía que proveniente del Sol, en primera instancia se introdujo en el ciclo biológico a través del proceso de fotosíntesis. Este proceso ocurre en gran escala en todo el planeta, tanto en tierra firme como en los océanos, lagos y cursos de agua.
Los procesos biológicos se desarrollan con intensidad diferente según las condiciones de temperatura, humedad e iluminación existentes en las distintas regiones del planeta. En latitudes ecuatoriales, tropicales y hasta subtropicales, la inclinación de los rayos solares incidentes sobre la superficie terrestre no sufre variaciones significativas durante todo el año. Por eso allí la insolación (entrada de energía radiante solar) es máxima.
En esas regiones la temperatura ambiente no sufre significativos cambios estacionales y los vegetales tienen energía de sobra como para estar activos durante todo el año, produciendo materia orgánica (biomasa) merced al proceso de fotosíntesis. En esas latitudes el factor limitante para el desarrollo de la vida es solo la disponibilidad de agua.
Hacia latitudes mayores, la inclinación del eje de rotación terrestre produce una significativa variación en el ángulo de incidencia de los rayos solares sobre la superficie del planeta a lo largo del año. Ello a su vez produce cambios estacionales en la luminosidad y en la temperatura; cambios que son cada vez mayores a medida en que se avanza hacia los polos. Así, durante el verano la insolación y las horas de luz disponible son máximas y ello favorece la mayor actividad biológica.
Por el contrario durante el invierno en esas latitudes los rayos solares inciden con menor ángulo sobre la superficie terrestre y la duración de los días es menor. De ese modo la insolación es mínima y la actividad biológica disminuye hasta anularse en casos extremos, ya que por debajo de determinados niveles de temperatura ambiente y de luminosidad, cesa la actividad vegetal. En tales condiciones mueren las plantas anuales y las plantas denominadas 'perennes' pierden sus hojas. Asimismo en condiciones de bajas temperaturas muchos animales se aletargan.
A esta altura del relato y por analogía con lo que pasa año a año con los seres vivos, es fácil interpretar que las oscilaciones climáticas y ambientales de largo período, al igual que las oscilaciones estacionales descriptas, producirán importantes cambios en la actividad biológica del Planeta. Tal actividad biológica, tanto en los continentes como en los océanos, se vincula con muchos de los procesos geológicos superficiales y queda registrada en los estratos sedimentarios, en general a modo de restos fósiles. Así, los restos fósiles testimonian no sólo que existió vida en el momento dado de la historia terrestre representado por el estato donde se encuentre, sino qué tipo de vida existió. Y conociendo qué tipo de vida existió en determinado momento, puede interpretarse cuáles fueron las condiciones climáticas y ambientales que permitieron su desarrollo.
Tanto la presencia de restos fósiles vegetales como la de animales, permite hacer buenas interpretaciones climáticas. Los restos fósiles vegetales permiten inferir las condicionbes climáticas existentes para su desarrollo. Los restos de animales permiten reconocer regímenes alimenticios y otros hábitos de la vida animal, los cuales en general están estrechamente vinculados al clima de cada momento. Con esos elementos y muchos otros que los investigadores de las disciplinas involucradas deben interpretar, poco a poco se van reconstruyendo los "rompecabezas" que, como se verá más adelante, permitirán interpretar de qué modo fue evolucionando el clima y los ambientes naturales a través del tiempo geológico.
(Continua en: http://000-arquimedes.blogspot.com.ar/2010/08/que-pasara-con-el-clima-8.html)
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