CAPÍTULO 5(d)
EL HOMBRE PRIMITIVO Y EL CLIMA
En el interior de los estratos sedimentarios también
suelen aparecer restos arqueológicos vinculados a las actividades de grupos humanos aborígenes de distinta antigüedad. Estos en general son restos de
alimentación y artefactos, o fragmentos de estos últimos, los que en su momento
fueron utilizados por aquéllos aborígenes para sus fines específicos de
supervivencia; o sea para su economía.
En la provincia de Buenos Aires (Argentina) en particular
y en general en muchos lugares del país, es frecuente el hallazgo de tales
asentamientos humanos. En ellos suelen encontrarse piedras de boleadoras, manos
y cuerpos de morteros, raederas, puntas de proyectil, fragmentos de recipientes
de barro cocido, etc. También aparecen restos de alimentación y tanto éstos
como el
tipo de instrumentos, dan indicios acerca de la economía de tales aborígenes en
el momento de vivir en el área. Y sin dudas esa economía debió estar
relacionada al clima y a los ambientes de ese momento.
Por ejemplo, en Salinas del Bebedero, al sudoeste de la provincia de San Luis (Argentina), tiempo atrás hallé un antiguo asentamiento indígena dentro de los sedimentos depositados por un gran lago que existió previamente y que dio origen a la actual salina. En un único trabajo de prospección que luego realicé allí con un arqueólogo, hallamos muy abundantes fragmentos de cáscaras de huevos de ñandú, como restos de alimentación.
En cantidad mucho menor, aparecieron algunos fragmentos de cáscaras de huevo de otras aves; entre otros, fragmentos de huevos deperdices martinetas (también llamadas ´copetonas´), conservando su brillo y su color verde, aunque algo desteñido. Aparecieron también algunas placas dérmicas de armadillos, y huesos de pequeños roedores tales como ´tuco-tucos´ (Ctenomys sp.) Asociados a esos restos de alimentación, aparecieron artefactos de piedra muy rudimentarios, útiles para labores muy simples como golpear y raspar. Hasta ahora no se hallaron puntas de proyectil (puntas de ´flecha´) o piedras de boleadoras que señalen actividad de caza a distancia. Tales artefactos y el carácter de los restos de alimentación, indicarían que esa población indigena tenía una economía basada en la recolección y no en la caza.
Tal situación se mantuvo durante largo tiempo, pues hay más de medio metro de espesor de sedimentos en los que predominan tales restos. Por medio de análisis de Carbono-14 hechos sobre cáscaras de huevos de nandú, determinamos que tales indígenas estuvieron asentados en ese lugar desde alrededor de 9.000 años antes del presente. Además, las cáscaras de huevos de nandú del tope de la secuencia, o sea las más modernas, indicaron una edad (Carbono-14) de alrededor de 8.500 años.
Tales restos permiten inferir de modo relativamente fácil, que las condiciones ambientales fueron favorables para la existencia de ñandúes, armadillos, tuco-tucos y martinetas. Esas condiciones no habrían sido muy distintas de las actuales, pues las mismas especies de animales viven hoy en día en la zona. De todos modos, para tener más precisión en las características ambientales de aquél momento, hacen falta estudios más detallados, pues los mismos animales viven también en regiones bastante más húmedas que Salinas del Bebedero, como lo son algunas regiones de la provincia de Buenos Aires.
Sobre los mencionados restos de alimentación, la tecnología moderna permite hacer otros estudios que brindan información paleoambiental muy precisa. Un análisis del contenido de los distintos isótopos del Oxígeno en el Fosfato de Calcio que constituye los huesos, o en el Carbono del Carbonato de Calcio que integra las cáscaras de huevo mencionadas, puede llegar a indicar algunas características del agua que bebieron aquéllos animales hace 9.000 años.
Con esos análisis puede llegar a inferirse si el agua bebida por esos animales era recién llovida; si era agua acumulada en lagunas con intensa evaporación; o si era agua de lagunas con escasa evaporación. De hacerse tales estudios, sus resultados sumados a otros elementos, permitirían evaluar las características ambientales de aquéllos momentos, como intentaré detallar en el punto próximo. (Continúa en: http://000-arquimedes.blogspot.com.ar/2016/08/que-pasara-con-el-clima-12.html)
Por ejemplo, en Salinas del Bebedero, al sudoeste de la provincia de San Luis (Argentina), tiempo atrás hallé un antiguo asentamiento indígena dentro de los sedimentos depositados por un gran lago que existió previamente y que dio origen a la actual salina. En un único trabajo de prospección que luego realicé allí con un arqueólogo, hallamos muy abundantes fragmentos de cáscaras de huevos de ñandú, como restos de alimentación.
En cantidad mucho menor, aparecieron algunos fragmentos de cáscaras de huevo de otras aves; entre otros, fragmentos de huevos deperdices martinetas (también llamadas ´copetonas´), conservando su brillo y su color verde, aunque algo desteñido. Aparecieron también algunas placas dérmicas de armadillos, y huesos de pequeños roedores tales como ´tuco-tucos´ (Ctenomys sp.) Asociados a esos restos de alimentación, aparecieron artefactos de piedra muy rudimentarios, útiles para labores muy simples como golpear y raspar. Hasta ahora no se hallaron puntas de proyectil (puntas de ´flecha´) o piedras de boleadoras que señalen actividad de caza a distancia. Tales artefactos y el carácter de los restos de alimentación, indicarían que esa población indigena tenía una economía basada en la recolección y no en la caza.
Tal situación se mantuvo durante largo tiempo, pues hay más de medio metro de espesor de sedimentos en los que predominan tales restos. Por medio de análisis de Carbono-14 hechos sobre cáscaras de huevos de nandú, determinamos que tales indígenas estuvieron asentados en ese lugar desde alrededor de 9.000 años antes del presente. Además, las cáscaras de huevos de nandú del tope de la secuencia, o sea las más modernas, indicaron una edad (Carbono-14) de alrededor de 8.500 años.
Tales restos permiten inferir de modo relativamente fácil, que las condiciones ambientales fueron favorables para la existencia de ñandúes, armadillos, tuco-tucos y martinetas. Esas condiciones no habrían sido muy distintas de las actuales, pues las mismas especies de animales viven hoy en día en la zona. De todos modos, para tener más precisión en las características ambientales de aquél momento, hacen falta estudios más detallados, pues los mismos animales viven también en regiones bastante más húmedas que Salinas del Bebedero, como lo son algunas regiones de la provincia de Buenos Aires.
Sobre los mencionados restos de alimentación, la tecnología moderna permite hacer otros estudios que brindan información paleoambiental muy precisa. Un análisis del contenido de los distintos isótopos del Oxígeno en el Fosfato de Calcio que constituye los huesos, o en el Carbono del Carbonato de Calcio que integra las cáscaras de huevo mencionadas, puede llegar a indicar algunas características del agua que bebieron aquéllos animales hace 9.000 años.
Con esos análisis puede llegar a inferirse si el agua bebida por esos animales era recién llovida; si era agua acumulada en lagunas con intensa evaporación; o si era agua de lagunas con escasa evaporación. De hacerse tales estudios, sus resultados sumados a otros elementos, permitirían evaluar las características ambientales de aquéllos momentos, como intentaré detallar en el punto próximo. (Continúa en: http://000-arquimedes.blogspot.com.ar/2016/08/que-pasara-con-el-clima-12.html)
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